El número uno del tenis, Rafa Nadal, puso a prueba su recuperación de una gripe con una sesión de prácticas interrumpida por la lluvia el martes en Melbourne Park, de cara al Abierto de Australia de la semana próxima.
Un Nadal febril cayó derrotado en las semifinales del Abierto de Qatar la semana pasada ante el ruso Nikolay Davydenko y retrasó su llegada a Melbourne para intentar recuperarse de la enfermedad.
Los problemas de salud de Nadal habían despertado dudas respecto a los intentos del mallorquín, de 24 años, de tener en su poder de manera consecutiva los cuatro grand slams, con dudas sobre su capacidad para aguantar los siete partidos bajo el apabullante calor del verano de Melbourne.
El calor fue el problema menor para Nadal en un martes húmedo y caluroso, ya que las condiciones resbaladizas sobre la pista acortaron su sesión de entrenamiento a la media hora en el Margaret Court Arena.
Nadal se alzó el año pasado con Roland Garros, Wimbledon y el Abierto de Estados Unidos y si logra un triunfo en Australia se convertiría en el primer hombre desde Rod Laver en Rod Laver en 1969 que ostenta los cuatro grand slams al mismo tiempo.
El mallorquín fue uno de varios jugadores que se prepararon en el Melbourne Park el martes, entre ellos el finalista del año pasado, Andy Murray, y el ex campeón del Abierto de Estados Unidos, Andy Roddick.
Venus Williams y la finalista del Abierto de Australia Justine Henin también entrenaron, mientras que el actual campeón masculino, el suizo Roger Federer, y el número tres del mundo, Novak Djokovic, iban a hacerlo después.
Las esperanzas de los jugadores de aclimatarse al verano de Australia en pistas abiertas puede quedarse en nada esta semana ante la previsión de chubascos y temperaturas más bajas.
El Abierto de Australia comienza el lunes
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