La primera parte no se hizo larga sino eterna. Puede que por el calor sofocante, puede que porque el campo era excesivamente largo -habitualmente se juega aquí al fútbol americano- o quizá el Madrid acusara el trabajo de pretemporada. El caso es que los de Mou apenas aguantaron quince minutos, suficientes para marcar un gol y encerrar al Santos Laguna en su campo.
Pero los mexicanos, más rodados, se sacudieron la presión del Madrid rápido y empezaron a salir con criterio. La verdad es que a los blancos les pillaron en cueros en varias ocasiones. Se nota que hay que afinar algunos ajustes defensivos, sobre todo por parte de Varane, que anda un poco despistado. Los mexicanos rompieron con facilidad la línea del fuera de juego y en una de ellas, tras un gran pase de Luduena, Christian Suárez aguantó bien la media salida de Casillas y le batió por bajo. Hasta el final del primer tiempo, los blancos apenas llegaron mucho más.
En la segunda parte, el Madrid volvió a recuperar el mando, sobre todo con la aportación de Benzema. Tuvo un par de ocasiones que él mismo se fabricó y le dio una pelota de gol a Callejón. De sus botas nació también el gol de los blancos. Su disparo a la salida de un córner lo rechazó el portero pero el balón impactó en la cara de Khedira para entrar en la portería.
El alemán, aturdido por el impacto de la pelota, recibió la felicitación de sus compañeros. El fútbol tiene estas cosas: Mou ha salido a defender al alemán estos días porque cree que no se le valora lo suficiente y el alemán ha demostrado que está dispuesto a dar la cara por su entrenador.
El partido, por otra parte, se embarulló un poco con los roces entre los delanteros del Santos Laguna y Pepe y Ramos. El colegiado mostró tarjeta a Pepe y poco después a Gómez para calmar los ánimos. El partido se fue derritiendo y finalmente el Madrid firmó su segundo triunfo de la gira, este mucho más exigente que el anterior ante Los Ángeles Galaxy.
Fuente: marca
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