Aunque todas las partes se esfuerzan en asegurar que el debate sobre el posible adiós de Zlatan Ibrahimovic está cerrado y que el jugador no se moverá del Camp Nou este verano, la realidad es muy diferente.
Tanto, que si el sueco sigue en las filas del Barça no es por expreso deseo de Pep Guardiola ni porque él se sienta a gusto, sobre todo tras el fichaje del asturiano David Villa, sino por las enormes dificultades que entraña encontrar un equipo que convenza deportiva y económicamente al escandinavo y que, por otra parte, no suponga una pérdida económica para una entidad blaugrana que tiró literalmente la casa por la ventana para incorporarlo el pasado verano en aquella famosa operación que envió al Inter al camerunés Samuel Eto’o.
A lo largo del verano, el Barça ha tratado sin éxito de encontrar acomodo al ariete de Malmoe. Guardiola ya dio el visto bueno a la salida del sueco y las explosivas declaraciones de su agente, Mino Raiola, no hicieron sino enturbiar todavía más la situación. El representante italiano llegó a espetar que Pep debería ingresar en un manicomio si realmente pretendía vender a Ibra tras haber pagado una ingente cantidad al Inter un año antes.
Raiola pidió perdón por sus exabruptos y, ante la falta de alternativas reales, se optó por aparcar el tema. Entre los equipos interesados en su fichaje, han sonado con fuerza Manchester City y Milan, aunque las especulaciones se extendieron a otros grandes europeos tales como Manchester United, Chelsea, Arsenal, Inter y hasta el Real Madrid.
De ellos, el club con mayor capacidad económica es, sin duda, el Manchester City, pero Ibrahimovic lo descartó tajantemente al no disputar los ‘citizens’ la próxima Champions. Así las cosas, todas las miradas se centraron en el Milan. Además, Silvio Berlusconi, propietario de la entidad ‘rossonera’, sueña con tener en sus filas al blaugrana desde que se lo arrebató el Inter en el verano de 2006 cuando la Juve tuvo que venderlo tras ser descendida por el escándalo del ‘Moggigate’.
El regreso del sueco y su incorporación a la pretemporada el pasado 19 de julio frenaron los comentarios en este sentido y en los últimos días todas las partes insisten en que el tema está cerrado, pero el Barça sigue interesado en quitarse de encima a Ibrahimovic. Por su parte, el jugador tampoco ve claro su rol y teme que la más que previsible eclosión de David Villa podría hacerle perder definitivamente el cariño de la grada y quedar aún más relegado que en la recta final de la pasada temporada. Además, guarda un gran recuerdo de Milan y le atrae probar suerte en el gran rival de su ex equipo, el Inter.
Por tanto, la realidad es que Mino Raiola sigue ofreciendo a Ibra y que el jugador ha hablado personalmente con Silvio Berlusconi para explicarle la situación y abordar las opciones que le permitan acabar vistiendo de rojo y negro en la nueva temporada.
Sin embargo, las dificultades son enormes. Por una parte, el Barça no está en condiciones de malvenderlo y parece muy complicado que el Milan se acerque a las cifras que se barajan. Por otra parte, la ficha de Ibra ronda los 10 millones de euros netos y Berlusconi ya tiene en su plantilla otros dos salarios desorbitados, los de Ronaldinho y Pato. Por si acaso, Berlusconi ya hizo ‘caja’ vendiendo al meta Marco Storari y los siguientes en la lista de traspasos podrían ser el galo Flamini y el holandés Huntelaar.
Mientras, Zlatan Ibrahimovic trata de convencer a Guardiola en la pretemporada y se juega mucho en cada partido. Sin embargo, es consciente de que no lo tendrá fácil y en su cabeza sigue muy viva la opción de un cambio de aires con destino a... ¿San Siro?
Fuente: www.sport.es
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