El equipo estadounidense fue siempre consciente de que debería jugar su mejor baloncesto si quería ganar un Mundial. Por eso Durant lo jugó todo y consiguió la mitad de los puntos de su equipo en los primeros veinte minutos de juego, dando una nueva lección magistral de clase y puntería, con 5 de 9 triples.
Los locales, llevados en volandas por una fanática afición, pusieron lo mejor que tuvieron en cada momento y a los seis minutos llegó el éxtasis al ponerse por encima en el marcador, 15-14 y ampliar la ventaja a 17-14 en el siguiente ataque. También ayudó la defensa en zona que ya prácticamente no abandonarían a lo largo del partido.
Cualquier turco hubiera firmado que se acabara el partido en ese momento, en el minuto 7, pero no pudo ser y Estados Unidos se puso a defender como un poseso. Turquía no volvió a meter un punto hasta el final del cuarto y los estadounidenses recuperaron el mando en el marcador, 17-22.
En el segundo periodo hubo más de lo mismo. Entrega local y control por parte estadounidense que supo marcharse a vestuarios con diez puntos de ventaja, 32-42 y la final y la medalla de oro encauzadas.
Tras el descanso Turquía no pudo incomodar a su rival
Cada minuto que pasaba pesó como una losa a la selección local, que echó toda la carne en el asador en cada jugada pero careció de armas suficientes para siquiera incomodar a Estados Unidos, que hizo y deshizo casi a su antojo.
Durant siguió con sus clase de tiro, colocación, defensa, elasticidad y elegancia. Un todo en uno que le hacen el mejor jugador de la competición por unanimidad.
El marcador siguió reflejando la diferencia entre los dos equipos, 32-50 a los 23 minutos. Turquía intentó defender al hombre, pero los norteamericanos ya olían el oro y fue imposible detenerlos.
Aún así los pequeños acercamientos, 41-52 (min.26), fueron celebrados casi como una victoria por un público entregado a su camiseta. Al final de los 30 primeros minutos, 48-61. Todo encaminado.
El 50-68 del minuto 32 fue el momento para que Turkoglu y Tunçeri en el banquillo turco desde muchos minutos atrás, saltaran a la cancha para despedir el Mundial como se merece y dar la bienvenida a la medalla de plata, la primera de cualquier categoría para el baloncesto turco en esta competición.
Durant permaneció en pista hasta el minuto 39,5, su entrenador Mike Krzyzewski no se fió de nadie. Eso sí, el jugador de los Oklahoma City Thunder volvió a dejar su tarjeta de visita con 28 puntos, 7 de 13 triples y 5 rebotes.
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