El mercado de fichajes veraniego se cerró hace poco más de una semana y, en su último día, tuvo un protagonista de relumbrón: Robinho. El brasileño aterrizó en el Milan, club que poco anteshabía incorporado a Zlatan Ibrahimovic, y llenó de ilusión a una afición que pasó de tener un equipo poco competitivo a gozar de un conjunto con licencia para soñar en esta temporada 2010/11. La Serie A, la Coppa de Italia y, evidentemente, la Champions League son los objetivos del equipo rossonero siendo, como es habitual, especialmente, llamativa la posibilidad de adjudicarse este último título.
Brillar en Europa es, siempre, el máximo objetivo de cualquier club y, a día de hoy, el Milan puede aspirar a jugar un buen papel en Liga de Campeones, por más que falte por ver como encaja las piezas el técnico milanista, Massimiliano Allegri. Robinho lo sabe y, es por ello, que se atreve hasta a soñar con los equipos que pelearán por la corona europea el próximo 28 de mayo, en Wembley.
"Sueño con una final entre el Milan y el Barcelona", ha señalado el brasileño, según recoge el diario Sport. Robinho destaca que su equipo y el azulgrana son los "más fuertes" del momento e incluso señala las virtudes que, a su parecer, posee la escuadra milanista. "Tenemos un equipo fuerte y un ataque sorprendente", ha confirmado un Robinho que volverá, en la fase de grupos de la competición europea, al Santiago Bernabéu.
De allí se marchó durante el mercado veraniego de 2008 y, curiosamente, también, cuando la subasta agonizaba. Se sintió Robinho ninguneado por un Real Madrid que intentó utilizarle como moneda de cambio para fichar a Cristiano Ronaldo, quién acabaría en la entidad blanca un año después, y decidió poner rumbo al Manchester City, donde no ha triunfado. En el Milan tendrá una nueva oportunidad de brillar y, también, de 'vengarse' del Madrid, donde la afición no le tendrá preparada una buen acogida.
"Sé que los aficionados madridistas no me recibirán bien cuando pise el Bernabéu, pero de todas formas si marco, lo celebraré", ha revelado el brasileño que no tiene previsto 'cortarse' ni un pelo en esta Champions League
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