Pleno de confianza y manteniendo el nivel de los partidos anteriores, el español Guillermo García López completó la mejor semana de su carrera al vencer al finlandés Jarkko Nieminen por 6-4, 3-6 y 6-4 en la final de Bangkok y obtener el segundo título de su carrera.
El tenista de La Roda necesitó cuatro bolas de partido para doblegar a Nieminen, con quien había perdido en la única ocasión anterior en que se habían medido, en Pekín en 2004, pero su resto cruzado en el último punto del encuentro lo recordará toda la vida, porque significó el fin de un duelo marcado por la incertidumbre.
García López se tendió en el suelo y besó la pista central del Impact Arena de Bangkok. No era para menos: había rubricado sus dos triunfos anteriores ante el letón Ernest Gulbis, y sobre todo ante el número uno del mundo, Rafael Nadal, convirtiéndose en el primer jugador situado más allá del puesto 50 en vencer al actual número uno del mundo desde 2007.
Con este triunfo, el segundo de su carrera (Kitzbuhel en 2009), 'Guille' se convierte en el octavo español que gana un título esta temporada y suma para el tenis nacional el título 18 esta campaña. La suya es sin lugar a dudas la mejor de su carrera, con cuartos de final en Casablanca, semifinales en Estoril y final de Eatsbourne como puntos álgidos hasta hoy.
La victoria del jugador manchego lleva consigo premios adicionales. Además de ganar un cheque por 99.725 dólares, el lunes se acercará al puesto 40 de la clasificación mundial, próximo al 38 que lució el 17 de mayo este año, y le dará alas en el fin de año que se aproxima.
Bangkok ha sido terreno propicio para García López, que el año pasado ya había alcanzado aquí la final de dobles. Este año estaba también en las semifinales de esta competición, pero, avistando que podía ganar el título individual, decidió retirarse.
Esta decisión tuvo sus frutos el domingo. La reserva de energía propició que aunque, había acumulado cansancio contra Nadal, durante dos horas y 45 minutos, y sus lumbares estaban tocadas, su mente estaba aún fresca para el asalto final.
Su saque no fue esta vez el baluarte de partidos anteriores, pues solo logró cinco directos -termina la semana con 47-, pero su resto y, sobre todo, la convicción de que podía ganar el título se aliaron con él para doblegar al rocoso Nieminen, un experto jugador en diez finales, que había llegado a la última ronda fresco y sin ceder un set, y más acostumbrado que García López a los torneos en sala.
Tras dominar el primer set, sin conceder un solo punto de rotura, el discípulo de Juan Manuel Esparcia se estancó en el segundo parcial. Una reacción de Nieminen le colocó con 3-0 y esa manga fue suya sin complicaciones. En el tercer set, 'Guille' fue el primero en romper (3-1) pero cedió a continuación. Se olfateaba el desempate, pero en el décimo juego Nieminen comenzó a flaquear.
Aunó el finlandés golpes de valentía, con inesperadas subidas a la red, con debilidad al servicio y García López, con la sonrisa en los labios, atisbó que era su oportunidad, y no falló.
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