A buen seguro que Alonso hubiera preferido cambiar su sueldo por cualquiera de los otros rivales y a cambio coronarse por tercera vez como campeón del mundo de Fórmula 1. Lamentablemente para él eso ni pudo hacerlo ni podrá, pero como ya se sabe que a nadie la amarga un dulce, se tiene que conformar con ser el piloto mejor pagado de la parrilla. Eso, además de sus cinco triunfos en su primer año vestido de rojo Ferrari.
En segunda posición en este ranking elaborado por Business Book GP se sitúa Lewis Hamilton, al que Alonso casi dobla en salario. El piloto de McLaren y antiguo compañero de equipo del asturiano cobra 16 millones de euros por temporada por los 30 del español.
Definitivamente esta clasificación viene a confirmar que el Madrid y Barça de la Fórmula 1 son Ferrari y McLaren. Ambos equipos tienen a su pareja de pilotos entre los cuatro mejores pagados de la parrilla: Massa es tercero con 14 millones pese a su discreta temporada, mientras que Button en su primer año en la escudería de Woking ingresó 9.
A continuación se sitúan los dos pilotos de Mercedes. Pese a que en la pista Rosberg borró a Schumacher, ambos cobraron lo mismo durante la pasada temporada: 8 millones.
Kúbica, con 7.5, y Barrichello, con 5.5, están por delante, por sorprendente que parezca, de los pilotos de Red Bull. Y es que sin duda donde se cumple la máxima de 'bueno, bonito y barato' es en la escudería de las bebidas energéticas. La gran dominadora de la temporada 2010, en la que consiguió el título de campeón de pilotos y de constructores, tiene en su poder a dos pilotos de la zona media en cuanto a salarios pero la zona alta en cuanto a prestaciones. El vigente campeón del mundo, Sebastian Vettel, sólo ingresó 2 millones de euros en 2010, por los 4.2 de su compañero Mark Webber.
Por la parte baja de esta clasificación aparecen los pilotos de Hispania Chandok y Senna, ambos por debajo de 200.000 euros. El piloto español Jaime Alguersuari fue el sexto piloto peor pagado de la parrilla con 400.000 euros al año, que fue 100.000 euros más bajo que lo que ingresó Pedro de la Rosa en su aventura como piloto de Sauber.
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