La victoria del principal cabeza de serie en Melbourne mantiene vivas sus esperanzas de convertirse en el tercer hombre, y el primero desde 1969, que ostenta los cuatro títulos de torneos del Grand Slam a la vez.
El buen nivel que mostró el español también disipó dudas sobre la gripe que le impidió sacar lo mejor de su juego en la primera semana en Melbourne Park.
"Antes del partido estaba asustado, en serio", confesó Nadal a periodistas.
"Asustado de buena manera. Pero jugué mi mejor partido aquí. Hoy no sudé tanto. Hoy pude jugar con una intensidad alta, dentro de la pista y fui más agresivo", agregó el número uno, haciendo una comparación con su triunfo del sábado ante el local Bernard Tomic.
Nadal se mostró mucho más afilado en su juego que en sus tres partidos iniciales, corriendo para cazar algunas bolas y devolvérselas a Cilic antes de poner su característica pose y el subsiguiente grito: "ïVamos!".
El primer parcial fue frustrante para Cilic, preclasificado número 15, ya que el croata intentó jugar a la par de su rival pero fue superado una y otra vez por el campeón del abierto australiano en el 2009.
Nadal se llevó el segundo set obligando nuevamente a Cilic a dar golpes sin control en condiciones cada vez más calurosas en un colmado estadio Rod Laver.
El español, que todavía no perdió ningún set en Australia, terminó llevándose el partido en dos horas y 31 minutos.
El jugador mallorquín se enfrentará en cuartos a su compatriota David Ferrer -séptimo preclasificado-, quien se impuso al canadiense Milos Raonic por 4-6, 6-2, 6-3 y 6-4.
Eurosport
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