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| Así quedó Silva. Una agresión vergonzosa en partido de sudamericana Independiente vs Defensor Sporting |
Buenos Aires, 20 oct (EFE).- La prensa deportiva de Buenos Aires repudia hoy la agresión de la que fue víctima el portero Martín Silva, del uruguayo Defensor Sporting, que perdió el miércoles en Avellaneda ante el argentino Independiente (4-2) en los octavos de final de la Copa Sudamericana.
Una pedrada hirió en la cabeza al guardameta cuando estaba a punto de comenzar el segundo tiempo, en momentos en que el equipo local, que se clasificó a los cuartos de final, ganaba por 3-1, pese a lo cual el encuentro continuó por decisión del árbitro brasileño Wilson Seneme.
"Fue una locura la agresión a Martín Silva y que algunos asistentes de Independiente intentasen esconder la piedra que hirió al arquero uruguayo y que el árbitro brasileño Wilson Seneme haya permitido que el partido continuase como si nada hubiese pasado", indica el matutino La Nación.
"Es absolutamente inaceptable que un hincha de Independiente haya hecho algo semejante, con el riesgo añadido de que su equipo pudiese perder el partido, aún cuando lo estaba ganando por 3-1", añade.
"La mancha del partido fue la agresión a Silva", titula el diario Clarín, que critica la actitud de Seneme al destacar que "no respondió a las protesta de los jugadores" del equipo de Montevideo, y señala que "es muy probable que el estadio sea suspendido" para el encuentro de ida de los cuartos de final ante el Deportes Tolima colombiano.
El diario deportivo Olé afirma que, de haber querido, el propio portero Silva podría haber decidido la finalización del partido tras la agresión si no se levantaba.
El rotativo califica de "agresión cobarde, miserable, insólita" la ocurrida en el estadio Libertadores de América con el proyectil lanzado desde la tribuna sur.
"A Seneme le faltó personalidad para suspender el partido", anuncia el Diario Popular, tras lo cual indica que "con su inacción, el árbitro consiguió sacarse de encima un problema que era propio y dejó que recayera en la buena voluntas de Silva la continuidad del encuentro".
"El partido debió ser suspendido", asegura el diario Página 12, mientras que Crónica titula que el choque estuvo "teñido de rojo" en Avellaneda por la agresión al portero uruguayo.
Una pedrada hirió en la cabeza al guardameta cuando estaba a punto de comenzar el segundo tiempo, en momentos en que el equipo local, que se clasificó a los cuartos de final, ganaba por 3-1, pese a lo cual el encuentro continuó por decisión del árbitro brasileño Wilson Seneme.
"Fue una locura la agresión a Martín Silva y que algunos asistentes de Independiente intentasen esconder la piedra que hirió al arquero uruguayo y que el árbitro brasileño Wilson Seneme haya permitido que el partido continuase como si nada hubiese pasado", indica el matutino La Nación.
"Es absolutamente inaceptable que un hincha de Independiente haya hecho algo semejante, con el riesgo añadido de que su equipo pudiese perder el partido, aún cuando lo estaba ganando por 3-1", añade.
"La mancha del partido fue la agresión a Silva", titula el diario Clarín, que critica la actitud de Seneme al destacar que "no respondió a las protesta de los jugadores" del equipo de Montevideo, y señala que "es muy probable que el estadio sea suspendido" para el encuentro de ida de los cuartos de final ante el Deportes Tolima colombiano.
El diario deportivo Olé afirma que, de haber querido, el propio portero Silva podría haber decidido la finalización del partido tras la agresión si no se levantaba.
El rotativo califica de "agresión cobarde, miserable, insólita" la ocurrida en el estadio Libertadores de América con el proyectil lanzado desde la tribuna sur.
"A Seneme le faltó personalidad para suspender el partido", anuncia el Diario Popular, tras lo cual indica que "con su inacción, el árbitro consiguió sacarse de encima un problema que era propio y dejó que recayera en la buena voluntas de Silva la continuidad del encuentro".
"El partido debió ser suspendido", asegura el diario Página 12, mientras que Crónica titula que el choque estuvo "teñido de rojo" en Avellaneda por la agresión al portero uruguayo.
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