El central Portugués Pepe provino del Oporto por 30 millones de Euros a filas del Real Madrid |
Al luso no se le ocurrió mejor momento de volver a tocar el tema de su renovación que en plena fiesta del madridismo por el triunfo ante el Milan. Pero la suya no fue sólo una reivindicación salarial, en el fondo de todo sobresale un peligroso coqueteo con el Barça.
Algo huele mal en la renovación del contrato de Pepe con el Real Madrid. El portugués tiene a Jorge Mendes como representante (el mismo que Mourinho, Cristiano o Carvalho, entre otros) y eso debería de ser un elemento tranquilizador para el club blanco, sin embargo el jugador no para de lanzar dardos envenenados al club.
El último llegó en la zona mixta del Estadio Santiago Bernabéu tras el partido frente al Milan. Allí, y cuando todos los jugadores mostraban públicamente su satisfacción por el juego desplegado por el equipo en otra de las noches mágicas de la Copa de Europa, el portugués aprovechó para reclamar lo que cree que le corresponde.
En los micrófonos de Onda Cero, el luso no ocultó que está ansioso por renovar con el Real Madrid. "Estoy deseando renovar y el club ya sabe lo que tiene que hacer. He demostrado aquí mi calidad y tengo que ser valorado por eso. No estoy pidiendo nada del otro mundo. Defiendo esta camiseta a muerte y sólo pido lo justo".
El mejor central del mundo
No hay duda de que Pepe ha sido uno de los jugadores que mejor rendimiento ha dado desde su llegada de la mano de Ramón Calderón -fue anunciado a bombo y platillo como el "mejor central del mundo" y por el que se desembolsaron 30 millones de euros al Oporto-. Pero lo que también debería valorar el portugués es el trato que ha recibido por parte del club en estas temporadas. Quizás su obcecación le impida verlo, pero seguro que con el tiempo aprecia la postura que adoptó el club cuando se perdió diez partidos de Liga por la agresión a Casquero, o cuando se lesionó gravemente la temporada pasada y reapareció con su selección en el Mundial y no lo hizo con su club.
Por todos estos motivos, es lícito reclamar lo que cree que le corresponde pero no hay dudas de que no era el momento de tratar el tema de su renolvación sino de celebrar la victoria conseguida ante el Milan. Tampoco es lo más ético presionar al club con la insinuación del interés del Barcelona por sus servicios. "De eso no puedo hablar. Eso se queda en casa, pero veremos lo que pasa", dejó caer Pepe. Lo cierto es que hay lecciones que no se aprenden con los partidos.
Algo huele mal en la renovación del contrato de Pepe con el Real Madrid. El portugués tiene a Jorge Mendes como representante (el mismo que Mourinho, Cristiano o Carvalho, entre otros) y eso debería de ser un elemento tranquilizador para el club blanco, sin embargo el jugador no para de lanzar dardos envenenados al club.
El último llegó en la zona mixta del Estadio Santiago Bernabéu tras el partido frente al Milan. Allí, y cuando todos los jugadores mostraban públicamente su satisfacción por el juego desplegado por el equipo en otra de las noches mágicas de la Copa de Europa, el portugués aprovechó para reclamar lo que cree que le corresponde.
En los micrófonos de Onda Cero, el luso no ocultó que está ansioso por renovar con el Real Madrid. "Estoy deseando renovar y el club ya sabe lo que tiene que hacer. He demostrado aquí mi calidad y tengo que ser valorado por eso. No estoy pidiendo nada del otro mundo. Defiendo esta camiseta a muerte y sólo pido lo justo".
El mejor central del mundo
No hay duda de que Pepe ha sido uno de los jugadores que mejor rendimiento ha dado desde su llegada de la mano de Ramón Calderón -fue anunciado a bombo y platillo como el "mejor central del mundo" y por el que se desembolsaron 30 millones de euros al Oporto-. Pero lo que también debería valorar el portugués es el trato que ha recibido por parte del club en estas temporadas. Quizás su obcecación le impida verlo, pero seguro que con el tiempo aprecia la postura que adoptó el club cuando se perdió diez partidos de Liga por la agresión a Casquero, o cuando se lesionó gravemente la temporada pasada y reapareció con su selección en el Mundial y no lo hizo con su club.
Por todos estos motivos, es lícito reclamar lo que cree que le corresponde pero no hay dudas de que no era el momento de tratar el tema de su renolvación sino de celebrar la victoria conseguida ante el Milan. Tampoco es lo más ético presionar al club con la insinuación del interés del Barcelona por sus servicios. "De eso no puedo hablar. Eso se queda en casa, pero veremos lo que pasa", dejó caer Pepe. Lo cierto es que hay lecciones que no se aprenden con los partidos.
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