La continuidad de Pep Guardiola al frente de la dirección técnica del FC Barcelona depende únicamente de él. Si quiere seguir no tendrá problema alguno en renovar. Lo hará cuando quiera y por las temporadas que quiera. Así se lo hizo saber el presidente Sandro Rosell cuando se comprometió el pasado 14 de julio hasta el 30 de junio de 2011. El culebrón que se vivió con el técnico de Santpedor la pasada campaña está descartado en la presente. Por el bien del timonel barcelonista y por el bien del vestuario.
Partiendo de esta premisa, Pep sabe que puede llamar al despacho de Rosell cuando quiera para obtener una cita con el presidente y hablar de su futuro. La directiva, por su parte, entiende que debe ser el propio Guardiola quien marque los tiempos en este capítulo y que en ningún momento debe intervenir. Forzar u obligar al técnico a tomar una decisión creen que no llevaría a ninguna parte, que no sería productivo. Por otra parte, si el entrenador quiere un año, un año. Y si planteara dos serían dos. Y si fueran tres, serían tres lo que firmaría. Tampoco en la duración del contrato, conociendo los valores del mister, habría problema alguno.
Guardiola, por otra parte, sabe que éste es uno de esos temas que dan mucho ‘juego’ a los medios y, bajo ningún concepto, dará carnaza a la prensa para que se especule con su futuro, tal y como sucedió la pasada temporada. La plantilla, que tras la marcha de Ibrahimovic ha vuelto a estrechar lazos, tampoco quiere entrar en el juego de responder en cada rueda de prensa sobre el futuro del técnico. Todos los jugadores esperan que Pep, cuando haya tomado una decisión, la haga pública rápidamente para que todo el mundo se centre en lo que debe: los entrenamientos y los partidos. La política a seguir en este capítulo no ofrece dudas al respecto y, seguro, no se gestionará la renovación de Pep Guardiola como se hizo en el pasado ejercicio.
Mucho por hacer
Voz autorizada para hablar de este tema es el segundo de Pep, Tito Vilanova. A su juicio, el FC Barcelona “tiene todavía mucho recorrido” porque “estamos hablando de jugadores de 22 y 23 años, la mayoría. Messi, Piqué, Busquets, Pedro... Los hay incluso más jóvenes y otros como Andrés que también tienen mucho fútbol en sus botas”. Vilanova agrega que “luego están los que tienen más años, pero igualmente tienen ganas e ilusión de seguir jugando más años. Y mientras sigan con esta ilusión, habrá que buscar los mínimos retoques”.
El segundo de Pep tiene muy claro que después del trabajo que se ha hecho, que ha dado muy buenos resultados, no se puede frenar. Hay que seguir. “Hay que intentar alargar lo máximo en el tiempo este modelo, no me cabe la menor duda... Y no hablo sólo de lograr títulos, porque si haces las cosas bien los títulos vienen solos, sino que la gente esté contenta del equipo, del trabajo que hace”.
Cuestionado sobre qué futuro depararía al FC Barcelona sin él y sin Guardiola en el banquillo, Vilanova no duda en afirmar que “vendrá otro entrenador que tendrá otras ideas y trabajará para poder llevarlas a la práctica”.
Sin embargo, el tiempo de Pep y Tito en el Camp Nou no parece tener fecha de caducidad. Por lo menos a corto plazo y después de analizar las palabras del segundo entrenador del FC Barcelona: “Somos barcelonistas desde pequeños, él y yo. Hemos nacido aquí, hemos jugado en este club... Para mí, venir cada día a entrenar es un lujo y es un placer. Cuando más tiempo estemos aquí, mejor. Tenemos ganas”.
En cuanto al tiempo, Tito asegura que “no decimos que nos iremos de aquí un año, dos o tres... Pep sabrá ver el final de la etapa. Por otra parte, es de cajón pensar que como en casa no estaremos en ningún sitio. También somos conscientes de que tenemos una plantilla muy buena y que será difícil juntar otra así, de ahí que creamos que tenemos que alargar al máximo el rendimiento y los éxitos que puede brindar el actual grupo con el que trabajamos”.
Vilanova, como Pep, vive el presente, el día a día. No se plantean el final de su etapa. Uno, dos, tres, cuatro años... Quién sabe. Sólo el tiempo y las circunstancias, además de los resultados, aunque a día de hoy no se contemple esa variante, serán los jueces que marcarán los cambios.
Guardiola, en una reciente campaña publicitaria que realizó para Banc Sabadell, también abordó este tema que, a su juicio, preocupa y ocupa demasiado a los barcelonistas. Dijo el de Santpedor que no se veía cinco años en el Barça porque “ni yo soportaré a los jugadores ni ellos me soportarán a mí”. Medio en serio y medio en broma, Pep avisó y recordó que, hoy en día, los ciclos de los entrenadores (también el de los jugadores, salvo excepciones como las de Messi, Iniesta, Xavi, Puyol o Valdés, por poner algunos ejemplos) no se alargan más de cinco años... En estos momentos lleva tres al frente del primer equipo y todo parece indicar que habrá un cuarto. A partir de ahí, sin embargo, las dudas aumentan. Puede que entonces sí haya culebrón. O no...
Fuente Diario Sport
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