lunes, 6 de septiembre de 2010

El fútbol se pone de luto una vez más


Ocho de la mañana. Los padres de Jordi Pitarque, centrocampista del Reus, oyen un fuerte golpe. Acuden a su habitación y se encuentran con su hijo que estaba durmiendo en el suelo, sufriendo convulsiones.

Pitarque, de 23 años, falleció a las 21.00 horas de ayer en el hospital Verge de la Cinta de Tortosa (Tarragona) donde se encontraba en situación de coma inducido. Había sufrido tres paradas cardiorrespiratorias, la primera de ellas en casa, la segunda en la ambulancia y la tercera ya en el hospital.

Pitarque jugó el domingo a las doce de la mañana en el encuentro El Prat-Reus, de Tercera. "No hacía demasiado calor, quizá unos 25 grados", señala Gerard Escoda, secretario técnico del club tarraconense. El medio no mostró ningún malestar físico ni comunicó síntoma alguno. Se da la circunstancia de que fue expulsado en el segundo tiempo.

Los jugadores del Reus pasaron el reconocimiento médico anual hace tres semanas. "Pitarque no presentó ninguna anomalía en la revisión. Les hicieron un examen muy completo, con electrocardiograma y prueba de esfuerzo", confirma Escoda.

Por el momento, el origen de la parada cardiorrespiratoria de Pitarque es un enigma y se barajan tanto causas cardiológicas (arritmia o miocardiopatía) como un problema vascular en el cerebro. Su fallecimiento, a falta de la confirmación de su diagnóstico, se suma a las tragedias de Antonio Puerta y Jarque, también futbolistas, también a finales del verano.

El fútbol continúa enfrentándose de forma periódica con problemas cardiacos muy graves. No todos han sido explicados.

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